PESADILLA EN NAVIDAD

Al fin!!! Se acabó la tortura de estas fiestas largas y eternas que, más que un periodo de paz y amor, es una tortura para nuestra paciencia, oído y bolsillos.
Porque mucho decir que somos un país laico, que la política y la religión no marcan nuestras vidas, pero aquí tenéis para todos los incrédulos, unas fiestas hechas a medida.
Por un lado los malditos villancicos, que todos estamos más que hartos de escuchar y que encima año tras año siempre son los mismos. Estoy por hacerme cantante y compositor de villancicos, creo que es más rentable que la canción del verano y es de por vida.
Luego las eternas comidas, cenas, fiestas, celebraciones… que está muy bien eso de reunirse toda la familia (al menos en mi caso), pero uno ya acaba harto de tanto comer, tanto beber y tanto culo cuadrado de horas de estar sentado en la mesa.
Y para rematar está el dineral que nos gastamos, que si un regalito por aquí, que si unas flores por allá, que si una prenda roja, que si mira que mono esto y aquello… total, que hace mucha ilusión abrir regalitos… pero yo haría un pacto para acabar con tanto consumismo navideño.
Como guinda final, y no por eso menos importante… que si discurso del rey, que si pastelones rollo “La vida del señor que te va a joder todo este mes”… vamos, que da miedo encender la TV, que entre tanto anuncio, tanta película repetida y tanto rollo religioso a uno ya le entran ganas de vomitar.
Conclusión: que gusto volver al trabajo, que aunque también es una tortura, al menos por esta nos pagan!!!