sábado, 25 de julio de 2009

Tic-tac




Tic-tac, tic-tac, doce de la noche
Nadie conmigo, sí nadie
Tampoco es tarde para sentirse solo,
una música suena en mi cabeza
Me llena ese vacío que corre por mi cuerpo
Es ella, ha llamado a mi puerta
Como siempre sigilosa se ha colado por la puerta
La puerta de mi ser, que permanece abierta para ti
Pero en tu ausencia el llanto hace nacer nuevas puertas
Con nuevos sentimientos
En tu ausencia he creado un mundo nuevo
Vacío de toda verdad
Ornamentado con la naturaleza que me envuelve
Una naturaleza innata, que nos brindan al nacer
Y que nos hace creer que solo nosotros dos estamos aquí
Doce de la noche y nadie llama en la puerta
Nadie llama... solo tu
Soledad



Escribo esto mientras pienso en ti, en como ha cambiado todo. Desde que saliste de casa ya nada ha vuelto a ser lo mismo, ni el olor de la casa, ni tu desorden en la cama, ni tu sonrisa por la noche, ni tus caricias, ni esas sabanas que cubrían tu cuerpo dándote forma, creando en mi interior un sentimiento nuevo, un sentimiento acabado de nacer
Un sentimiento guardado como un secreto, ese sentimiento que ahora me gustaría recobrar, el amor.
Nadie habla ya de ti, todos te han olvidado, incluso creo que hasta tu te has olvidado de como era, de como eras, de como eres.
Ni siquiera Jorge ha vuelto a hablar de ti. Pareces el fantasma de nuestras vidas, el anuncio que pasan por la tele y luego todos olvidan, parece que fue ayer y ya hace mas de un año.
Teresa me pregunta a menudo por ti, cree que algún día volverás, que algún día llamaras a casa con tu bolsa y tu maleta y dirás” ya he vuelto” y todo volverá a ser como antes, los dos juntos, tu a mi lado y yo con esa sonrisa de bobo que solo tu me hiciste aprender.
Doce de la noche y ya son doce los meses que pasan desde tu partida. Parece que todo va bien, que ya estas instalado. Alemania no parecía un buen lugar para viajar, pero parece que nos equivocamos, que me equivoqué.
Ayer llego una carta certificada, era del banco, se ve que no quedo muy claro aquel asunto con hacienda.
Bien, hasta aquí he llegado, ya son casi la una y mañana volverá a amanecer lloviendo, se ve que hasta las nubes se ponen de acuerdo conmigo para volverte a recordar, para volver a pensar en ti, cuando ya nada puede cambiar, cuando ya hay... cuando ya no hay nada. Buenas noches amor, y no vuelvas nunca, que mañana parece que saldrá el sol.

No hay comentarios: